Muchas veces nos olvida- mos por completo de cuidar nuestros pies. Para tenerlos siempre suaves y bien hidratados, frótalos con la mezcla que te explico a continua- ción: una cucharada de glicerina, dos de agua de rosas y el zumo de un limón. Si eres constante, no tardarás en notar la diferencia.
jueves, 14 de febrero de 2008
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